La música y el parteaguas de la responsabilidad social

Love button es una organización sin fines de lucro que promueve una cultura de amor, inspirando a los humanos a actuar con amabilidad y bondad en nuestro día a día. Esta organización apoya programas educacionales y humanitarios que empoderan individuos para el crecimiento de comunidades de forma local y global. En el evento deportivo del Super Bowl 50, Coldplay resaltó su presencia, haciendo que todo el estadio levantara pequeñas pancartas coloridas. El amor de Chris Martin y Coldplay a Love Button sigue vigente hasta hoy, en donde no solo ratifican y visibilizan problemáticas sociales y buscan una solución comunitaria, sino que hacen voluntariados con su equipo en cada locación que su siguiente gira pueda tener.


Coldplay visitó nuestro país como parte de su gira Music of the Spheres, brindando conciertos en Guadalajara, Monterrey y la CDMX y junto con Love Button y la Red BAMX se pudieron realizar voluntariados en cada una de las ciudades mencionadas; listos para una nueva experiencia humanitaria y la búsqueda de un nuevo vértice de problemáticas sociales invisibilizadas. En cada uno existió el apoyo, las risas, el trabajo en equipo, la esperanza y sobretodo la consciencia de la importancia que representan estas organizaciones para la humanidad.

“Music is an unbelievable universal language. No matter who is to your left or right you can embrace the moment together. The music community has a platform that can be used to touch so many lives.”

Traduciendo las palabras de Garrick Dawson; miembro de Love Button y acompañante de Coldplay, se espera que estas iniciativas que se realizaron en busca de introspección y acercamiento a Organizaciones de la sociedad civil sean llevadas a cabo en otros conciertos con muchos otros artistas, ya que, no solo unen a miles de personas con una perspectiva similar, sino que buscan brindar un mismo mensaje a través del “lenguaje universal comunitario”.

En cada concierto realizado se buscaba la reflexión de aspectos medio ambientales y sociales, proponiendo un nuevo modelo con acciones como: bicicletas y pistas de baile conectadas a una fuente de poder para el concierto, las baterías del espectáculo eran cargadas con energía solar, eólica y otras energías renovables, las pulseras LED estaban hechas de materiales compostables e incluso cada boleto comprado para el show representa una contribución para la reforestación, limpieza del océano, conservación de especies y muchos ámbitos más.

Esto nos deja como resultado, una iniciativa en el ámbito musical para la contribución y conocimiento de ámbitos socioculturales que competen mundialmente y generan un cambio innovador. Al igual que, el sentimiento de integración comunitario y la calidez de la hermandad; no por nada el cantar en lengua de señas, poner interpretes y pequeñas mochilas con vibraciones fue otro tema que generó una buena impresión ante la mirada pública.

Al final del día, en un mundo en el que durante dos años nos hemos sentido perdidos y en constante duda de la humanidad, el regreso a la comunidad ha sido una bocanada de aire fresco, generando la esperanza que perdimos en nuestros corazones.

Escrito por: Daniela Ocampo; Auxiliar de Comunicación.

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