La composta: El reciclaje después de los alimentos

Seguramente que en este punto hemos escuchado el término de “composta” y aunque no sepamos con certeza el proceso y el resultado que nos trae; esta ha sido popularizada en recientes años. No solo eso pero; aunado a este día, solemos escuchar mucho sobre el reciclaje de otros objetos y/o materiales que los constituyen, siendo esta una alternativa para generar las mismas materias primas sin necesidad de utilizar más recursos y/o una ventana al modelo circular en distintos ámbitos.

Y aunque hoy tanto el reciclaje como la composta han sido cercanos a nosotros; no se han relacionado ni popularizado como una forma de reciclaje de comida y otros desechos orgánicos.

La composta es un proceso beneficioso en distintos aspectos, ya que, ayuda a la agricultura y medio ambiente, pero también nos ayuda a reducir la cantidad de residuos enviados a los botes de basura y a los vertederos, no olvidemos que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desperdician y este desperdicio no solo representa una pérdida económica, sino que también tiene un impacto negativo en el medio ambiente.

Al compostar los restos de alimentos, se obtiene un material rico en nutrientes que puede utilizarse para enriquecer y mejorar la estructura del suelo; lo que, mejora la fertilidad de los cultivos; y también, aumenta su capacidad de retención de agua,  lo que, contribuye a la conservación de estos recursos. Pero si al contrario, se siguiera desperdiciando alimento, esto terminaría en un vertedero, donde se generararían gases de efecto invernadero, los cuales, contribuyen al calentamiento global.

Pero no tan rápido, ya que, para compostar los desechos de alimentos de manera efectiva, es importante conocer de las distintas compostas y de los alimentos que puedes o no poner dentro de ellas, por lo que nuestra Gerente de Alianzas Agrícolas y experta en el campo; Esther Escárzaga nos compartirá cómo funciona una composta y los beneficios que trae no solo en la agricultura sino en todo el proceso.

Ella nos cuenta: “En la naturaleza existen varias formas de renovación natural (el ciclo de la vida) para los desechos orgánicos, mismos que hemos copiado para desarrollar diferentes técnicas de compostaje, que nos permitan producir abonos orgánicos para regresar los nutrientes al suelo sin dañar los microorganismos que ayudan a las plantas a obtener los elementos que requieren para su crecimiento.

Entre ellos podemos diferenciar los siguientes:

  • Composta en montón, funciona acumulando principalmente hojas y permitiendo que se degraden hasta convertirse en tierra, como sucedería en un bosque. Requiere humedad y oxígeno, por lo que se recomienda moverla con cierta frecuencia. Aquí el proceso es aeróbico, y la temperatura no se eleva. Pueden hacerse en composteros siempre y cuando se permita el flujo de aire.
  • Lombricomposta, es una composta aeróbica donde se siembran lombrices (rojas americanas) para que aceleren el proceso de degradación de la materia orgánica. Es muy importante cuidar la oxigenación, la humedad y el pH para que las lombrices no se mueran.

En ambas compostas es importante incluir cárnicos, ya que, esto generaría larvas de moscas y malos olores.

También, las cáscaras de cítricos, ajo y cebolla en exceso pueden dañar las bacterias que degradan la materia orgánica, afectando el proceso de descomposición.

    • Composta anaeróbica, el proceso es una fermentación sin oxígeno, por lo que la temperatura se eleva considerablemente, lo que permite la destrucción de bacterias patógenas. En este proceso actúan bacterias que requieren CO2 en vez de oxígeno. Normalmente es un proceso con mucha humedad que puede desprender gases fétidos ya que, en este proceso, se generan gases como el metano. Un ejemplo de este tipo de compostaje son los biodigestores muy útiles en la degradación de excretas animales.

Es importante considerar de los lixiviados de la composta (líquidos que escurren en el proceso) son ricos en ácidos que contienen nutrientes importantes para las plantas, por lo que se recomienda captarlos para usarlos como abonos foliares (siempre se aplican diluidos, pues la concentración y pH puede quemar las hojas).

Y aunque con toda esta información puedas pensar que la composta es la solución al problema tanto del desperdicio de alimentos como a su control, no es así. No olvidemos que el desperdicio de alimentos es un problema global que afecta a todas las industrias, desde la producción agrícola hasta la distribución minorista y el consumo individual. Y la composta es una herramienta que se ha estado popularizando como método de control individual (normalmente) de los residuos y excedentes alimenticios para darles una nueva vida, por lo que, la verdadera solución serían nuestros hábitos diarios para evitar al máximo el desperdicio alimentos; para que así la composta sea una acción extra que nos ayude a reciclar esos escasos excedentes y brindarlos de una nueva vida.

En conclusión, aunque la composta es un proceso valioso para reducir los desechos orgánicos, no es la solución total al problema del desperdicio de alimentos. La verdadera raíz del problema radica en nuestros hábitos de consumo y en la forma en que manejamos los alimentos en nuestra vida diaria.

Escrito por: Daniela Ocampo; Especialista en Comunicación Interna en OSN  y Esther Escárzaga; Gerente de Alianzas Estratégicas en OSN.

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