La Tierra que todo lo da

“Nuestra tierra nos brinda todo lo que necesitamos para vivir sin pedirnos nada a cambio, lo único que debemos hacer es cuidarla y protegerla.”

Fernando Andrade, de la empresa Producción Agrícola Sostenible en Zacatecas, México.

“Lo que para unos tiene poco valor, para otros puede ser el alimento del día.”

Fernando Astaburuaga, Alimentos para La Caridad BAMX Sur de Tamaulipas.

En nuestro país la diversidad de tipos de suelo, climas y ecosistemas a lo largo y ancho del territorio nacional, representan una amplia baraja de opciones para la producción agrícola, lo que hace de México un país en donde existen condiciones idóneas para cultivar una gran variedad de productos de todo tipo.

México es una de las cunas de la agricultura mesoamericana donde se domesticaron plantas como el maíz, los frijoles, los chiles, los tomates, las calabazas, los aguacates, el cacao, varias clases de especies y muchas más plantas.

Desde la segunda mitad del siglo XX, el Tratado de Libre Comercio y las políticas económicas del país han favorecido de nuevo a las grandes empresas agrícolas comerciales. Logrando posicionar al país como el mayor productor de hortalizas y el segundo productor de frutas de Latinoamérica. México subió de ser el 12 avo exportador de alimentos al 8 avo lugar en 2021. En 2020 México ocupó el 5º lugar mundial de producción de frutas y el 7º de hortalizas, logrando producir 40,314,538 toneladas de estos alimentos.

Contrastante a estos números tan alentadores, en nuestro país hay dos tipos de agricultura, una muy tecnificada y próspera y otra que sufre de escasez de recursos, agua, tecnología e insumos para aprovechar la enorme riqueza que poseemos y que podría ser fuente de ingresos para los millones de agricultores que hoy viven en vulnerabilidad por carecer de capacidad técnica, vías de acceso, agroindustria, almacenes adecuados y precios justos por sus productos. Esto además, ocasiona un deterioro ecológico de la tierra pues no se trabaja de forma sustentable.

El sector agrícola es desde hace varias décadas, el sector social y productivo en mayores condiciones de rezago y vulnerabilidad. En este sector, 65% de sus habitantes son pobres multidimensionales; entre ellos, 23% del total son pobres extremos. Incongruente aun cuando en el campo mexicano vive sólo un tercio de la población del país, más de la mitad de esa población en condiciones de hambre, así como personas en rezago educativo y que paradójicamente, sin ser pobres, viven en condiciones de vulnerabilidad por carencia en el acceso a la alimentación.

 

Sumados a lo anterior la falta de mercado, los efectos del cambio climático, las exigencias estéticas de los compradores, la falta de mano de obra entre otros factores, ocasionan que en México más del 30% de la producción agrícola se pierda entre el campo y los destinos de venta, con el consecuente desperdicio de insumos, agua, recursos y contaminación ambiental, así como la proliferación de plagas y enfermedades que afectan los mismos cultivos.

Por otro lado, encontramos que, a pasear de ser un gran productor de frutas y hortalizas, el 60% de la población no consume las porciones indicadas para tener una buena nutrición (Statista Research Department) mucho por falta de hábitos de consumo pero principalmente por falta de recursos para comprarlos.

De aquí la importancia de rescatar alimentos del campo y distribuirlos a través de la Red BAMX, ya que con ellos podemos garantizar la seguridad alimentaria de la población vulnerable y mejorar sustancialmente su nutrición.
Sin duda alguna, el trabajo en equipo para compartir diversidad de alimentos entre las regiones del país, a lo largo del año de producción, resultaría en la abundancia que requerimos para complementar los paquetes alimentarios que entregamos en los Bancos de Alimentos, incrementando de forma muy considerable los kilos del paquete, la variedad y calidad de los alimentos que reciben nuestros beneficiarios.

Cambiar y mejorar su calidad de vida, dando, sobre todo a los niños, la oportunidad de tener un desarrollo adecuado ofreciendo las mismas oportunidades para todos en un México más justo y digno.

Escrito por: Esther Escárzaga; Gerente de Alianzas Agrícolas BAMX.

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